Las instituciones del sistema financiero mexicano, tienen que cumplir con las leyes y reglamentaciones correspondientes a la prevención de lavado de dinero y recursos obtenidos de manera ilícita.
Las microfinancieras deben establecer políticas y procedimientos sólidos para la prevención del lavado de dinero. Esto incluye la identificación y verificación de la identidad de los clientes, la evaluación de riesgos y la supervisión continua de las transacciones.
Es esencial llevar a cabo una debida diligencia exhaustiva al evaluar a los clientes y sus actividades financieras. Esto implica verificar la identidad del cliente, obtener información sobre la fuente de fondos y determinar el propósito de la cuenta o préstamo.